Esta sección, tiene como objetivo conocer la importancia del trabajo colaborativo con la familia en el aprendizaje de los niños y niñas. Encontrarán temas relevantes para conocer de qué manera se puede generar un contacto con ella y la importancia de que esta intervengan en el aprendizaje de los niños/as.
La familia
La familia es el núcleo en el cual los niños y niñas nacen y se desarrollan. En ella se establecen los primeros vínculos e incorporan los hábitos del grupo social y cultural, desarrollando los primeros aprendizajes y realizando las primeras contribuciones como agentes activos.
La familia, junto con la escuela, tienen la misión de transmitir normas, valores, creencias y herramientas para desenvolverse en un mundo de acuerdo al contexto sociohistórico.
Además, es el la primera que vincula a los niños/as con la sociedad, y deben ir satisfaciendo las necesidades básicas que estos tengan, de tipo orgánico, afectivo, social y cultural.
Fuente: http://www.mineduc.cl/usuarios/parvularia/doc/201307121712450.1643_FAMILIARGB.pdf
¿Qué dicen las BCEP sobre el rol de la familia?
"La familia, considerada en su diversidad, constituye el núcleo central básico en el cual la niña y el niño encuentran sus significados más personales, debiendo el sistema educacional apoyar la labor informativa insustituible que esta realiza. En la familia se establecen los primero y más importantes vínculos afectivos y, a través de ella, la niña y el niño incorporan las pautas y hábitos de su grupo social y cultural, desarrollando los primero aprendizajes y realizando sus primeras contribuciones como integrantes activos.
La educación parvularia comparte con la familia educativa, complementando y ampliando las experiencias de desarrollo y aprendizaje, junto con otras instituciones sociales. Por ello es fundamental que se establezcan líneas de trabajo en común y se potencie el esfuerzo educativo que unas y otras realizan en pos de las niñas y de los niños" (MINEDUC, 2002, p.13).
Fuente: MINEDUC (2002) Bases Curriculares de la Educación Parvularia.
¿Por qué es relevante trabajar con la familia?
Es relevante, ya que otorga posibilidades de aprendizaje y de desarrollo en el niño y niña. Además esta influencia familiar en la educación en la etapa preescolar, permite el desarrollo social, físico, intelectual y moral.
Es por esto que el trabajo con la familia se debe inciar en las aulas de educación parvularia, ya que esto genera en el niño mayor posibilidades de desarrollo y crecimiento para lograr un aprendizaje esperado integral. Cabe mencionar, que es importante también la comunicación entre Educadoras y la familia, de esta manera se conocen los avances del proceso de aprendizaje de sus hijos y otorgar ayuda especial respecto a algún tema que involucre a sus hijos y así generar instancias de diálogos para que en conjunto se desarrollen las habilidades y competencias de cada niño.
La familia y la estimulación del lenguaje
La familia también puede colaborar al desarrollo del lenguaje oral en los niños y niñas, utilizando estrategias de estimulación que son fundamentales para este proceso.
Es en este núcleo, la familia, un espacio relevante para estimular el desarrollo los componentes del lenguaje oral (fonético y fonológico, pragmático, morfosintáctico y semántico).
A continuación se entregarán algunas recomendaciones para estimular el lenguaje oral en los preescolares, y que pueden ser presentados a las familias:
- Hablar más despacio y con claridad.
- Evitar que la forma de hablar sea infantilizada.
- Ir corrigiendo los errores ligados a los vicios articulatorios, evitando insistencias repetidas. Para ello: repetir las palabras correctamente, sin gritar ni exagerar, de la forma más natural y cuando el niño haya terminado la palabra o frase.
- No conviene “forzar” al niño a repetir palabras que aún están lejos de sus posibilidades.
- Ante el error de palabras que ya puede emitir, darle el modelo con naturalidad y que repita, sin tensiones.
- Dialogar mucho con el niño, contarle historias, que él las cuente, que aprenda canciones, rimas, poesías…etc.
- Hay que reforzar y elogiar las producciones correctas (y las aproximaciones).
- Aprovechar situaciones naturales de la vida cotidiana para estimular una correcta producción del lenguaje (paseos, comida, baño…etc.)
- Cuando el niño tiene un interés especial en comunicar algo, fingir que no le entendemos del todo para que se esfuerce en decirlo mejor.
- Respetar el turno de palabra.
- Adecuar la dificultad del mensaje al nivel del niño.
- Usar frases simples pero correctas.
- No responder por él, dejar que se exprese.
- Evitar riñas y castigos relacionados con el lenguaje.
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